Coca es una bóxer de 8 años que en el mes de Febrero, en una de sus revisiones de AbroSalud, se le detectaron los ganglios mandibulares y preescapulares aumentados de tamaño. Salvo este hallazgo, no presentaba ninguna otra sintomatología, mantenía la actividad diaria con largos paseos junto al río y alguna que otra carrera detrás de los patos, así como el apetito insaciable que siempre había tenido.
Hicimos punciones con aguja fina (PAF) de los ganglios afectados para obtener muestras para citología y observarlas al microscopio. Llegamos a la conclusión de que Coca padecía un linfoma.
Se lo comunicamos a los propietarios y procedimos a realizar análisis de sangre y orina completos, ecografía de abdomen y radiografías de tórax. No encontramos alteraciones en ninguna de estas pruebas.
Se ha visto que hay razas genéticamente más predispuestas y también una influencia de ciertos factores ambientales. El Bóxer es una de las razas predispuestas a sufrir linfoma, junto con el Golden Retriever, el Bulldog, el Rottweiler y el Bullmastiff. Asimismo la exposición a ciertos herbicidas o a campos magnéticos están asociados a un mayor riesgo.
Una vez que tuvimos todos los resultados, clasificamos el linfoma de Coca en estadío II a. En este estadío de la enfermedad hay una afectación de los ganglios de una región del cuerpo, sin sintomatología.
El linfoma es una enfermedad que se extiende por todo el cuerpo, por eso es muy importante determinar el grado de diseminación porque va a influir en el pronóstico, en la toma de decisiones por parte del propietario y en el tratamiento que vamos a instaurar.
Las alteraciones analíticas que pueden aparecer en un linfoma:
-anemia arregenerativa, bajada de plaquetas y de glóbulos blancos.
-infecciones de orina por bajada de defensas.
-elevación de transaminasas hepáticas cuando está afectado el hígado.
-elevación de los niveles de Calcio, es un signo de mal pronóstico.
-alteración de las proteínas plasmáticas.
Explicamos a los propietarios que Coca estaba muy enferma aunque no lo pareciera, que tenía una enfermedad incurable pero que podíamos conseguir que remitiera, aumentando las expectativas de vida y manteniendo la calidad de vida de la que disfrutaba en ese momento.
Hablamos :
- De las opciones de tratamiento:
El tratamiento del linfoma se basa en el empleo de quimioterapia y la esperanza media de vida es de 1 año frente a 1 mes, si no se trata. La opción más barata es el empleo de corticoides orales en casa, la esperanza media de vida es de dos meses. A esta terapia se le puede añadir clorambucilo, también oral, barato y permite aumentar algo más el tiempo de vida. Los mejores tratamientos son los protocolos multidroga o combinados, es decir, el empleo de varios fármacos que actúan sobre las células tumorales en diferentes fases de multiplicación. Con estos protocolos, tenemos una esperanza media de vida de 13 meses. Los contras son el mayor coste y que incrementamos el riesgo de efectos secundarios.
- De los efectos secundarios del tratamiento:
Las dosis que se emplean en veterinaria son más bajas que en personas, de esta forma minimizamos los efectos secundarios negativos y perseguimos que la mascota continúe con su vida normal durante todo el tratamiento. Los propietarios suelen ser reacios a los tratamientos, por falta de información y no quieren ver como su mascota pierde todo su pelo y se deteriora su salud como ocurre en personas.
El 65% de los animales tratados no presenta ningún efecto secundario, un 30% puede tener signos digestivos leves(menos apetito, algún vómito o diarrea) en los dos días siguientes a la quimioterapia y un 5% puede presentar signos digestivos que justifiquen un ingreso o una bajada de defensas que implique riesgo de septicemia. Pueden aparecer otros signos, como caída de bigotes, muda excesiva, cistitis… dependiendo del fármaco utilizado.
Productos quimioterápicos de administración intravenosa deben aplicarse por esta vía estrictamente, si se produce una extravasación del producto durante la administración corremos el riesgo de que se necrosen los tejidos de alrededor, siendo necesario incluso la amputación de la extremidad afectada, por eso en mascotas que son poco colaboradoras preferimos sedarlas.
- De los estadios del tratamiento: vamos a pasar por varias fases,
- fase de inducción: es un tratamiento inicial más intenso con una máxima posibilidad de respuesta.
- Fase de consolidación: para reducir células tumorales que hayan podido sobrevivir a la fase anterior.
- Fase de mantenimiento: retarda el tiempo hasta que vuelva a aparecer la enfermedad (el tiempo de recidiva).
- Fase de rescate: cuando aparecen de nuevo las primeras señales del cáncer. En esta fase hay una menor probabilidad de respuesta y la fase posterior de mantenimiento va a ser menor.
- Del coste económico: el coste medio de una sesión de quimioterapia en nuestro hospital varía entre 70-120 euros, variando en función del peso, producto utilizado y si hay que sedar o no a la mascota. En cada sesión se incluyen una exploración completa, hematología, equipo de perfusión completo y los medicamentos necesarios. Los tratamientos suelen ser semanales o quincenales.
- De las precauciones que deben tener en casa: los quimioterápicos se eliminan por la saliva, las lágrimas, la orina y las heces. Se deben tener unas normas mínimas de higiene los días siguientes al tratamiento, sobre todo si hay niños en casa. Es muy aconsejable tomar la temperatura rectal en casa cada día, cuando el animal esté tranquilo y estar alerta por si aparece fiebre. Por encima de 39ºC deberá avisar a su veterinario.
- De la dieta. Las células tumorales se alimentan de los hidratos de carbono, por lo tanto debemos dar a nuestra mascota con cáncer dietas ricas en proteínas y ácidos grasos poliinsaturados. Si muestra inapetencia o apetito caprichoso al día siguiente del tratamiento, proporcionarle una dieta de olor y textura agradable.
Una vez resueltas las dudas de los propietarios de Coca, comenzamos un protocolo COP (tabla..) y en la revisión semanal nos cuentan que no habían notado ningún efecto secundario pero vemos que los ganglios afectados apenas habían disminuido de tamaño. Sabiendo que esto puede ocurrir, ponemos una segunda dosis de Vincristina y a la tercera semana la remisión era completa. Durante las siguientes semanas continuamos el protocolo sin ninguna complicación salvo algún día que estuvo más inapetente o tuvo un vómito/diarrea esporádicos.
Protocolo de la Universidad de Wisconsin de 19 semanas
Protocolo COP:
- Vincristina: una vez por semana, durante 8 semanas.
- Ciclosfosfamida: 4 días por semana.
- Prednisona: a dosis decrecientes durante todo el tratamiento.
Pasamos a la fase de mantenimiento con tratamiento oral solamente pero en el mes de Julio, el linfoma volvió a asomar.
Entonces empezamos la fase de rescate con un protocolo M-W modificado de 19 semanas y en estos momentos, a día 20 de Septiembre, Coca continúa con su voraz apetito y una envidiable forma física. Me comentaba ayer Mariano, su dueño, que se está convirtiendo en una atracción para los paseantes de la rivera del Miño verla bucear intentando cazar patos. Aunque nunca lo consigue, ella no desiste.
No sabemos el tiempo que le quedará a Coca, lo que si sabemos es que cada día que esté con nosotros, merece la pena porque sabe disfrutarlo.
Con todo el cariño para Coca y su familia de su familia de Abros
Elena Diéguez Orodñez
Veterinaria Hospital veterinario Abros
Responsable de oncología